jueves, 22 de diciembre de 2011

manzana en hebras

La noche que se sentó en su balcón y no esperó nada.

Cuadrados de colores, arco iris a retazos, los dibujos, el ruido de los autos que bordeaban la locura, las luces en foco, las luces prendidas, y las apagadas también.
Todo la maravillaba, aquella noche de manzanos en flor.

Estabas a su lado,
y qué.

Todo la maravillaba, de todo se enamoraba. Menos de vos.
Hablabas tantas boludeces.

No me gustás.

domingo, 11 de diciembre de 2011

noviembre

Por las noches pausan el mundo y recorren planetas.
Improvisan sus propias canciones y respiran a través de la piel.

Cuando hacen el amor, ella cree desarmarse en milmillones de pedazos,
y a él se le despegan casi todos sus lunares.

No tienen que decir nada,
solo deben descifrar lo escrito en sus constelaciones.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Nice to meet you

El día se despereza en silencio, el mediodía se viste de desayuno.
Están en extremo silencio, pensando en lo mismo.
Él despega sus labios y suelta un verso.
Ella abre sus ojos. Se le escapan dos lágrimas.

Es tan tarde que comienza a ser temprano.
Se visten. Se van. Ya no se ven.

Lo normal le resulta tan aburrido.

viernes, 28 de octubre de 2011

Ella sueña entre fotogramas y escribe en colectivos

Después de observar y registrar y estar repleta de tanto mundo
Se da cuenta que sus ojos no alcanzan
Y descubre que no necesita más
Que sumar a su ser un pequeño equipaje
Que poco pesa pero tanto lleva
Que llueve soles e irradia lunas.

La fotografía y la escritura se hacen amigas
Y se funden como experimentando cierta simbiosis
En este que es su primer viaje
Lleno de pájaros en la cabeza y remolinos de ideas.

Ahora puede mantener fija su mirada
Y creciendo entre artes que muestran pero no dejan de ocultar
Ya no siente vergüenza frente al mundo.
Se siente desnuda, y su propia piel es su mejor escudo.
Ella sueña entre fotogramas y escribe en los colectivos.


sábado, 10 de septiembre de 2011

como azúcar impalpable

Cuando él se acercaba tanto pero tanto, que quedaba a milímetros de duende de sus labios;

era entonces cuando ella corría, también unos milímetros, su cara de cristal,

solo para que él la besara en la comisura izquierda,
solo para que él, así, acariciara su hemisferio derecho.

Se sentía como azúcar impalpable,
y con la brisa de sus manos primavera jura haber llegado hasta las nubes de Plutón.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Cuando sea grande quiero ser fotógrafa

Desde chiquita siempre iluminó todo un poquito más, para después cerrar los ojos con fuerza, de esa manera apretada que luego permite que se formen estrellitas de colores y la imagen vuelva a aparecer en un vacío; vuelve, pero con una nueva configuración, con algo de lo personal que puede darle cada uno a un recuerdo. Además, piensa ahora, los recuerdos, ¿no son en última instancia collages de pedacitos de alguna realidad, inventados a gusto y piacere de cada artista? Pensarnos como artistas por el solo hecho de crear, eso la divertía.

No le teme al paso del tiempo, pero le encanta retener imágenes y por eso tiene arruguitas en los ojos; tal vez era cierto eso que alguna vez alguien le dijo, que el tener ojos claros le permitía ver un poco más de luz que sus compañeros. Tal vez también sea cierto que no haya sido una simple coincidencia que su papá y su mamá le hayan puesto el nombre que le pusieron cuando llegó a este mundo, cuando vio la luz. Algunas de esas ideas se le pasan por la cabeza cuando se piensa parada frente a su cámara, o a cualquier otra, dialogando con luces y sombras, descubriendo cada día un nuevo encuadre para recordar.

Para entender dónde está hoy, debemos caminar unos años más atrás. Hubo una vez, hubo un momento, que fue algo así como epifánico: cerrar los ojos con fuerza ya no era suficiente. Un momento en el que las ganas de explotar de emoción le salieron con forma de imagen. Un día particular en el que cree haber conocido el mundo, y todas sus millones de posibilidades. Una mañana en la que acumular dentro de su cabeza tantos cuadritos recortados de por ahí, de esos planetas que iba visitando, ya se sentía algo pesado. Una hora concreta en la que sintió unas ganas multicolores de compartir todo eso, todo lo que se puede decir sin decir nada. Un minuto en el que decidió dar un giro a su actividad, y acompañar a sus ojos y a su cabecita con un nuevo instrumento: rompió su chanchito y salió en busca de una nueva compañera. Al segundo siguiente estaba Emma, una Canon xs, tan chiquita como ella, tan sedienta de mundo como ella. Y en seguida se hizo amiga de aquel cuaderno a veces rojo, azul otras veces, verde, amarillo con rayitas o color canela pero con aroma a vainilla. Cámara al hombro y lápiz en mano, encontró su lugar en la vida, donde comenzó a construir nuevos planetas, y coleccionar imágenes y palabras amontonadas para regalarlas al mundo. “Si el mundo se acaba, que éste sea mi equipaje”, escribió, y llegó la primera imagen.

Hoy tiene un par de años más, no se acuerda cuántos, no le importa cuántos. Pudo combinar los juegos de niña con las responsabilidades del adulto, duerme poco porque no quiere perder ni un minuto de vida. Ella tiene su juguete favorito y su herramienta de subsistencia, todo compactado en un mismo objeto, o mejor dicho, ya un sistema de objetos. Corre, arma, responde pero también propone, va de un lado al otro, siempre apurada, las cosas que tiene que hacer por lo general son para ayer, pero siempre encuentra un lugarcito en el bondi para soñar un poco más. Pinta todo el tiempo, a color o en blanco y negro, y nunca deja de observar: le encanta desayunar imagen.

Ella es grande, ahora, y ella es fotógrafa. Ella tiene ideas a las cuatro de la mañana, o a las seis, o justo antes de irse a dormir, a veces a las diez, otras veces a la una, otras tipo y media. Pero siempre las respeta, siempre las escucha, y comienza a armar series e historias y se llena de arte. Ella hace fotografía de autor. Y ella también retrata, encuadra personas, a veces productos, otras veces recorta pedacitos de restaurant, o porciones de montaña.

Ama saber que hasta el día de hoy, cuando se piensa como fotógrafa, y que sabe que es algo que nunca terminará de aprender, se emociona. Y se emociona tanto como si fuera su primer día. Sus ojitos son de color cristal.

jueves, 18 de agosto de 2011

El comienzo es del final

(el silecio sabe a humo en flor. el césped donde están parados se muere de vergüenza y se pone colorado. las copas de los árboles se sostienen en chocolate en rama, es del amargo. y cada copa tiene como mil hectáreas de manzanas. y llueve canela)


- Te extraño.


(...) (pasan pájaros. son ve-cortas tan arriba).


Lo codea. Y entonces él la besa.



Comienzan con el final más hermoso que un cuento pueda tener. Y está escrito en tinta.

Tinta china.



lunes, 1 de agosto de 2011

figurita repetida


ayer fue domingo, el más astromántico que jamás hubiera podido imaginar. Él absorve cada una de sus sorpresas, con esos ojos que simulan galaxias. Ella inventa momentos inesperados, está segura que él siempre los tornará perfectos.


que todos los días sean domingo, le pide, y sabe que ahora depende de ella.

y de su recuerdo.



martes, 12 de julio de 2011

once de julio (plan C)

Pasaban horas enteras haciendo muecas en el espejo, inventando peinados raros con sus rulos color café.
Pasaban noches enteras algo frágiles, como inmóviles, formando parte de un abrazo de miel.
Hacían pausa para comer un poco de helado, para hacer el amor. Él la recuerda de perfil, cazando semillitas de girasol tostado y tratando de sobrevivir hasta el final de cada peli. Ella memorizó todos sus lunares y sacó una fotografía mental a cada pedacito de su cara, se entretiene armando rompecabezas.

- Remember, we are stardust-, le recuerda.
Y desde lejos se dicen buenas noches.

Jamás se volvieron a ver; tal vez jamás se habían visto.
Por suerte, lo que mejor les sale es esquivar la realidad.

once de julio (plan B)

Extrañarte duele tanto
que dudo poder volverte a ver.



Just give me one second
you could save me
we could fall in love
I promise you this
There would be no tomorrow
This night is our only season.





once de julio (plan A)

En qué momento. El viento arrancó sus antifaces.
No hubo espera
ante un amor tan urgente.
Y ya todo había terminado. Todo había acabado,
en el mismo momento que comenzó. (Hubo magia, hilos de humo de amor).
Atónitos, las estrellas brillan galaxias,
no pueden ni mirarse.

Antes que nada y después de todo,
aunque su mundo
se caiga y pacten
un final eterno,
nunca, jamás, olvidaría el sabor de sus abrazos.

Nunca, jamás, perdería las ganas de abrazarte.

sábado, 9 de julio de 2011

nueve de julio

quisiera poder atrapar el momento justo donde las personas sienten que los te quiero ya no son suficientes, y entreabren los labios para comenzar a pronunciar un te amo. pero todavía no sale.

allí ocurren torbellinos de todo tipo, de esos que erizan la piel y hacen cosquillas en la panza. los coleccionaría por el mundo.

viernes, 8 de julio de 2011

un mismo cielo

Entre todos sus papelitos desordenados y sus palabras desprolijas, se paró en puntas de pie y se acomodó unos mechones, de esos que molestan en la cara los días de viento.

- ¿Me abrazás?- le escribió en la esquinita de una nube.

Del otro lado del mundo, él manejaba un auto de verdad y hacía cosas de gente grande; desde la ventanilla, un pajarito le chistó para que mirara hacia arriba. Sonrió (no sabe si por el mensaje, o por estar haciéndole caso a un pajarito), y escribió en la nube de al lado:

- Te estoy abrazando todo el tiempo.

Es que a pesar de los kilómetros de ruta que los separan, comparten el mismo cielo. Esa noche se encontraron en sus sueños, y decidieron no despertar jamás.

sábado, 2 de julio de 2011

un pez

se le escapa un pucherito y la emoción no tarda en estallar desde sus ojos, ahora color mar.

pensaba que no dolería el amor, pensaba que incluso extrañarse sería un lindo capítulo dentro de su never-ending story.

pensaba que podía pensar, pero ya ni eso le queda. el cuerpo le duele; le faltan tanto sus caricias canela y su mirada de no antifaz.

lleva en sus ojos, su imagen. ahora color mar.

quisiera ser un pez.

viernes, 1 de julio de 2011

cosmos

quisiera que mis piernas midieran cientos de kilómetros, para llegar a vos en dos pasos, y enredarme entre tu pelo, y alojarme entre tus manos, y volar hasta la luna en tus pestañas de avión.


(aunque pronunciara las palabras más feas del mundo, si están dirigidas a vos, tomarían vida, serían amigas, y harían hasta lo imposible para acomodarse y decir las cosas más lindas. cuando se trata de vos, no hay otra salida más que volver a pasar por la entrada)


http://www.flickr.com/photos/madeofwind/5882949304/in/photostream

miércoles, 15 de junio de 2011

quince de junio

escribía, cartas sin nombre;

dibujaba, personitas sin piel;

observaba, casi siempre ojos de papel.

en el veo veo siempre perdía. y es que desde chiquita, solamente cree en colores.

nada más y nada menos, que en colores.

martes, 14 de junio de 2011

catorce de junio

Le encantaba que la visitara en sus sueños;

nunca se llevó bien con la realidad.

Por la mañana se sentía hermosa, como hecha de sol y de arena,

como hecha de música recién salida de sus labios.

Por la mañana tenía algo de qué hablar

y la excusa perfecta para esquivar diarios y periodistas.

martes, 17 de mayo de 2011

cuento

El último recuerdo que tenía era haberse quedado esperando al sueño con su cuello anatómicamente apoyado sobre aquel brazo casi lampiño. Pero esa mañana despertó, esta vez, y creyó que para siempre, sobre su simple almohada.

De repente e inesperadamente, la invadieron las ganas de no tener ganas, y de tirar toda su alegría por el balcón, aquella que era de a dos; sabía que cargarla sola se le haría demasiado pesada. Se llenó la panza de vacío, y comió todo lo que quedaba sobre la mesa de la cena anterior. Tenía la esperanza de engañarse y sentirse plena.

Desesperada, salió corriendo por los pasillos de no sabía dónde, buscando no sabía qué, pero era algo que sentía que había perdido.

Volviendo con la decepción del que busca y no encuentra, sumado a la angustia de no saber qué se busca, llegó y se quitó toda la ropa, de a poco, como reteniendo la sensación de que todavía algo le pertenecía y que esta vez era ella la que decidía dejar algo.

Allí, en el baño, tardó el tiempo necesario para que cada gotita ofendida por su rechazo se plasmara en el espejo y comenzara a vislumbrar lo que él le había dejado escrito para que lo vea con el primer vapor de la mañana. Sorprendida, y otra vez de a poco, sonrió, de esa manera dulce y algo enamorada que sonríen las chicas en las películas tontas de amor, aunque un poco enojada por usar tan mal su imaginación, se metió en la bañera y se dio cuenta que no flotaba: estaba llena nuevamente de todo lo que necesitaba, y esta vez no se atragantaría con postres con colorantes, sino que se llenaría de besos.

Se masajeó el cuello preparándolo para acomodarlo una noche más sobre el nido al que lo tenía acostumbrado, y volvió a leer el espejo.

Y sonrió.

Sintió aroma a vainillas.





miércoles, 11 de mayo de 2011

hacer hacías de haces

Hace tanto que no lloraba

que la música esta vez le entraba por un oído

y del otro no salía.

Cantaba un poco con su voz, otro poco de la radio,

pero no lo pudo resolver.

Creyó que tal vez hablando en rima, todo saldría por su boca

que las palabras dejarían de apretar.

Se soltó el cabello

(en este momento no recuerda su color)

y con él se le soltó una lágrima.

Comenzó el diluvio.

Hacía tanto que no lloraba, se dijo.





Contar historias que no hayan existido.

Todavía.

martes, 10 de mayo de 2011

de españa

hacia el mediodía se acuestan por debajo de la frazada verde

con cuidado de estar bien cubiertos, hasta los pies

para hacer de su mundo una noche sin estrellas

y él le pregunta

- a dónde quieres viajar hoy?

por telepatía arman su viaje de cada día

y escapan por el agujerito quemado de cigarrillo

de esos que ya no fuman.

hoy solo respiran amor.

ellos son de españa.


lunes, 9 de mayo de 2011

scrabel

Nos pasamos la vida coleccionando palabras;

disimulando el aire que hay entre cada una,

simulando balbucear una, cuando en realidad decimos una frase bien completita.

Pretendemos engañar su vencimiento,

alargar la vida;

no vaya a ser que en algún momento se nos acaben

las palabras

o las vidas.


Nos pasamos las vidas coleccionando palabras

incluso, a veces, las robamos.

nos pasamos palabras, robando vidas.

incluso, a veces, perdemos la propia.


Jamás entenderemos que nunca pero nunca

las palabras nos van a alcanzar para entender. nada.

de nada. ni de la vida.

gracias.

sábado, 7 de mayo de 2011

vestiditas de sábado

Si bien lo que causaron en un principio fue sorpresa, pronto los vecinos se acostumbrarían, y el hecho de que crecieran en veinticuatro horas sería visto como un divertido juego de vereda para pasar el rato, como cualquier persona podría inventar para engañar al tiempo que los fines de semana tanto aburre.

Eran dos, y sin embargo no podían sumarse para engañar a la altura y medir un poco más. Aquellas pinturitas de colores brillantes, que dejan los labios de Barbie y los cachetes ruborizados, estaban en el estante más alto de los secretos de mamá, allí donde las nenas no llegan hasta no ser señoritas. O hasta que ya no se lo prohíban.

Hartas veces habían intentado ablandar la rigidez de su madre, mediante, por lo general, ricos regalos culinarios, ausencia de peleas entre hermanas, o simplemente llegando del colegio con boletines de calificaciones que superan el diez. Pero a todo intento, le seguía el fracaso.

Una mañana de feriado, jugar en la vereda fue su mejor opción, y resultó tan divertido, que las horas decidieron extenderse y la energía se multiplicó. Y sintieron, de golpe, que los zapatos apretaban. Sí, habían crecido un poco más. Solo un poco, pero lo suficiente como para tener el derecho de desobedecer, y esta vez no fracasar. Entonces corrieron a la habitación de cama matrimonial y altos estantes, estiraron puntas de pie y alargaron dedos de mano, y como por arte de magia lo que era imposible dejó de serlo.

El hecho de jugar como niñas al sol por las mañanas, para jugar a ser dos mujercitas coquetas por las noches, se volvió una trampa de fin de semana al darse cuenta que la energía solar, y no la sopa de espinacas, las hacía crecer.

- ­Ya estamos acostumbrados, es lo que genera la magia de la infancia-, comenta el vecino de enfrente, con la misma inocencia de un niño.

Luego de una larga tarde de baño de sol, el tiempo parece pasar precipitadamente, para llegar a la frutilla del postre: por las noches, se enlistan en dos minutos, se ayudan mutuamente para tener cuatro manos y vencer la ansiedad, los colores parecen esparcirse por sí mismos sobre cada recoveco, cada rasgo de las niñas; decoran sus cuerpos con lentejuelas que titilan al reflejar la luz intermitente del televisor, alargan sus cabellos con pelucas de lana y los decoran con flores del jardín, juegan a tener diálogos de grandes y simulan el sonido de una bocina, porque claro, también se inventan, a veces otras amigas a veces algunos maridos, que las pasan a buscar, a veces en bicicleta a veces en cuatro ruedas.

Ahora ellas parten divertidas, con zapatos apretados pero rostros brillantes, muy vestiditas de sábado.




{Musa inspiradora}: tema "Vestiditas de sábado" de Flopa, y la consigna de escribir un cuento que contenga ciertos núcleos preestablecidos, propuesto por la materia "Comprensión te textos"

viernes, 6 de mayo de 2011

llena

Hay momentos, en especial antes de irse a dormir, que le encanta olvidarse que tiene veintitrés. Juega a escribir la fecha al revés, la escribe en palabras para confundirse entre dieciseis y dieziceis, y engañar al tiempo para viajar hacia atrás.

A veces, son esas veces, y mientras duran, se siente chiquita hasta casi desaparecer. Se siente chiquita como una nena, casi casi como una niña. Chiquita frente al amanecer. Lo sabe, siente cómo le duele la panza, y no por comer mucho; ella se ríe, mucho. Por las mañanas estalla de buen humor.

Corriendo hacia el espejo, le gana a su reflejo, lo deja allá atrás, e inventa el que se le da la gana. Le sonríen las mejillas al ver que el flequillo le llega hasta los ojos, se le hace el pocito que nunca tuvo en el cachete izquierdo al no poder ver porque el flequillo le tapa los ojos. El pelo le llueve, de abajo hacia arriba. Tiene frente vestidita, flequillo bailarina. Como aquella foto del documento de seis.

No teme a los perros, la humedad no le molesta, le gusta el helado granizado, tiene cassettes grabados, colecciona almanaques de bolsillo, y las figuritas las pega en diarios íntimos. Escribe con lapiceras de colores, pesa casi menos que una hoja y un día casi casi se la lleva el viento, tiene rollers en verano y esquíes en invierno, al turrón le dice mirrón, y al esperar no desespera.
Eso cuando tenía seis, o algo más, tal vez un poco menos.
Eso que ahora vuelve a los seis. No sabe si tiene un poco más, o tal vez llegó a un poco menos.

Qué importa, a esa altura no sabía contar.
ni tampoco escribir.
deja el cuaderno, entonces en blanco,
(quién escribió todo esto, entonces, se pregunta)

y se va a dormir,
tarareando la canción de "la lechuza hace chst".
Y en ese momento, al darse cuenta que no se acuerda la letra
(no sabe si alguna vez se la aprendió)
vuelve al mundo de la gente que pretende ser grande.

pero sabe que está decidida: ella no se quiere aburrir.


quiere llenarse

> la panza de risa
> los ojos de luces
> las pieles de soles
> más pájaros en la cabeza
> sus cabellos, sabores
> los oidos de cantos
> en la boca mil voces

quiere llenarse
ella lo sabe
la vidadevida.

lunes, 2 de mayo de 2011

No sos vos, soy yo.
Siempre fue así.

Que hoy me vaya corriendo,
encuentra sus razones justo allí.
De eso se trató siempre, te digo.

Que ayer me haya quedado,
encuentra sus razones justo allí.
Y ahora, ahora es lo mismo.
Te digo, no sé tu nombre, y a penas si oyes.


No estás vos.
Pero es otro. No sos vos.
Y claro, sigo siendo yo.

domingo, 3 de abril de 2011

Sin hacer ruido, pasó la izquierda por arriba de la derecha: y es que las piernas cruzadas en el mismo orden nunca le duraron mucho, la que queda por debajo jamás tarda en dormirse. Y se queja.

- ¿Tenés hora?- le preguntó, se animó, cuando le pareció que ya habían tenido suficiente comunicación silenciosa.

- No.- Dijo él, aunque intentando ser amable.

-Ah...- y volvió a mirar por la ventana, para seguir imaginando cómo sería su vida si se animara a entregarle un papelito con su nombre y lograra que él también se enamore.

Apoyada sobre la ventana de los colectivos, le encanta llevar auriculares, enamorarse de algún chico-pasajero, e inventar historias de amor, construir imágenes de color vintage y ponerlas en textos con alguna palabra en diminutivo. Es su forma favorita de darle vida al tiempo muerto que intenta aburrirla en cada viaje en colectivo.

lunes, 28 de marzo de 2011

Mientras caminaba bajo la lluvia, dejó de quejarse de la humedad
y comenzó a disfrutar del agua.

Así, mientras nadaba a través de la ciudad,
esquivando personas disfrazadas de pez
y atravesando antifaces con forma de alas,
se quitó la careta,
se quedó ideológicamente desnuda, y se volvió una chica existencial.

Sonrió, respiró.
Y salió el sol.

lunes, 7 de marzo de 2011

siete de marzo de dosmilonce

tus rizos encajonados, las manos casi de abuelo, los ojos con escarcha de verano.

en ese momento me di cuenta que estábamos estirando algo que ya había dejado de existir hace tiempo. aquello que nunca había comenzado.


Lo nuestro terminó en el momento que empezó.

sábado, 5 de marzo de 2011

Línea 93

cuando viajaba a la Luna
a veces seguía de largo y llegaba hasta Marte

le daba un poco de miedo darse cuenta que se había perdido, de nuevo.
pero sabía que lo más lindo de no saber cómo volver
era que marcaría nuevos caminos.

por eso, siempre llevaba uvas y tiraba sus semillas entre estrellas
soñando que algún extraterreste la encontraría, la seguiría,
y se enamoraría de ella.



En todo esto pensaba, todo aquello podía imaginar,
cuando le pesaban los párpados volviendo a su monoambiente en el 93.

viernes, 25 de febrero de 2011

jueves, 27 de enero de 2011

los días son largos

cambio y fuera
>> pero sin cambio

borrón y cuenta nueva
>> pero sin cuenta nueva



llega el verano, los días se hacen más largos y el que ofrece su tiempo para no llevar tantas horas como mochila, sos vos. suena el timbre, desde muy adentro mío, desde los pies más lejanos y saliendo por el pecho con más latidos, una nena chiquita de volados canela grita recreo con muchas "o";
por esta vez, voy a pensar en mí. sin tí.




Me enamoro seguido, porque así me aseguro de que va a durar poco.
Y que va a ser para siempre.

jueves, 20 de enero de 2011

(escuchando a spinetta...

... me salen cosas como estas)


Somos seres,
humanos, dicen.
Somos seres humanos,
sin saber lo que son.

Pero lo sostiene el hábito
de poner todo en palabras
sin saber lo que son.

Aquí no existe
petición de principio,
pero somos infinitos
sin conocer nuestro fin.

(Musa: "Color humano" de Almendra)



·.·.·.·.·.·.·.·.·



Caigamos en la desesperación
cuando nos encontremos con que no nos queda nada
más que la realidad.
Ese es el momento en que debemos caer
y dejar caer todo,
que se derrumbe, que desvanezca
para reconstruirnos.
Para abrir los ojos y soñar despiertos
y volar cada vez más alto.

El Universo lo hacemos inmenso,
y es que es enorme.



(Musa: "Figuración", de Almendra)

un poco pulpo

Luego de encontrarse con él, hurga entre las fibras de su cuerpo, para seleccionar las más fuertes y tejer con ellas un puente temporal pero resistente, que la devuelva al mundo humano y le entregue la ficticia idea de la existencia de un mañana. Un mañana que le asegure un nuevo encuentro y la vuelta al nido que construye entre sus brazos, al enriedo que prometen sus extremidades, y a las ideas locas que dibujan con sus sonrisas.
Un mañana que, en fin, evada la amenazante posibilidad de extrañarlo, y que esquive ese sentimiento del que teme que signifique un posible tropezón, aunque sabe que no permitirá que represente una caída.

Él no lo sabe, pero por la mañana, cada vez que se va y la despide con un abrazo de la fuerza de ocho pulpos, ella escapa al bosque y caza algún diente de león o sube alguna vaquita de san antonio sobre su hombro, y susurra entre remolinos de viento y aleteos de pájaros, que por favor le conceda algunas horas para aprender a extrañarlo, y así más tarde no morir en el intento.

Hacia el atardecer, a orillas del río, se entretiene saludando avioncitos de papel reflejando luces con las pintitas doradas de su vestido, y entonces recuerda su comparación con el pulpo, y se sonríe al dibujarlo y descubrir que los pulpos tienen patas y que las patas tienen ventosas, y que las ventosas atraen y que las ventosas se pegan, y que aferran y no dejan escapar. Tal vez se esté sintiendo un poco así, pero tal vez, también, se esté sintiendo un poco pulpo. Y sentirse un poco pulpo, piensa, está bueno.


Por la noche hace frío, y el viento sopla fuerte; debe ser porque nos envidia, piensan ellos; yo quisiera volar como él, piensa ella, pero solo ella. Junto a un silencio que les brinda abrigo, sus miradas se cruzan y esta vez se sostienen, se mantienen hasta alcanzar minutos enteros y eternos, sin llegar a invitar al amor pero tampoco dejar entrar a la incomodidad.




(Fue tu culpa, es mi error) escribe ella.
"Había una vez", y página siguiente termina nuestra historia.
Tengamos un final feliz.

lunes, 17 de enero de 2011

lluvia

no quiso salir corriendo
porque en el piso recién lavado
el chillido de sus zapatillas de lona la delataría.

entonces,
se quedó goteando ella también.





los parques de estacionamiento se mojan con la lluvia
y las personitas como ella no encuentran espacios libres,
pero no pueden escapar.
las líneas amarillas apretan fuerte. y los carteles de estacionar también.

viernes, 14 de enero de 2011

mermelada de durazno

nos alcanza el mediodía y es la primera cuestión que llega sin pre-aviso,
para desatar una cadena de hechos no planeados, pero sobre los que tomo partida y anuncio algunas decisiones.

a las once y veinticuatro, un rato antes y ya es un poco tarde,
enredarme entre las sábanas es lo más rebuscado en lo que puedo pensar
y recuerdo que a las once y once te regalé la oportunidad de un deseo
y recuerdo que no la quisiste aprovechar.

descubro que prefiero levantarme despeinada y con los ojos descubiertos,
descubro que esa es la única manera de amanecer con las ideas claras.


el reloj marcó algo distinto
pero no me importa la diferencia entre las once y veinticuatro y las once y veintiséis.
y es que, me sorprendo nuevamente, en esa diferencia estás vos.


tengo antojo de mermelada de durazno.

miércoles, 12 de enero de 2011

por el solo hecho de pertenecer a mi pasado

pasás a ser la añoranza más presente



( ( y mi futuro más lejano ) )
cuando desayunar tus abrazos
era solo una cuestión de principios.


y no se discutía.