viernes, 30 de abril de 2010

Asociación libre. Un idioma que no hace falta comprender.

A veces quiero divertirme. Y no me dejan.
A veces quiero que me diviertas y no querés.
Y cuando me divierto, me doy cuenta que quiero
no solo que me hagas cosquillas con tu risa
sino que sientas cosquillas sin reírte. Por mí.




A parte de esto, una nueva epifanía, para tachar un poco lo recién escrito: alguien dijo
"hay que estar contento de reir y no tratar de saber porqué se ríe,
tanto más cuanto que quizá la reflexión mata la risa
y sería entonces contradictorio que descubriese sus causas"
(Dugas, 1902)


Y ahora, el video que me perdía de chiquita, cuando no sabía qué quería decir la música, qué quería decir otro idioma, qué quería decir yo mientras la cantaba en frente del televisor, imitando sonidos, e igual la cantaba (sentada en mi sillita). O capaz que ahí, en ese momento, es cuando más entendía todo. Tanto pero tanto entendía, que no me tenía que preguntar nada, no me peleaba con mis pensamientos.
La voy a escuchar, voy a subir el volumen. Re fuerte, que tape mis pensamientos, que me vuelva chiquita.
Volver. Vol-ver. Re-volver un poco allá atrás. Que es más actual de lo que creen.




Re-volver (qué tendrá que ver con el concepto de "revólver" para ser tan parecido? Las palabras pierden la cordura a veces y toman asociaciones que ni ellas se las creen, que no tienen lógica en ningún nivel, por lo menos en ninguno aceptable, por mí) Mi "re-volver" no tiene nada que ver con la acepción que acabo de dar entre paréntesis. Tiene que ver con "ver" y con "re-ver" y "volver" y "re-volver" a algún lugar, y "revolver" entre cosas, buscar entre cosas viejas para dar lugar a cosas nuevas. Todo esto termina en "resolver"? No era la intención. Primero tendría que encontrar un problema al cual responder. Está golpeando mi puerta, pero no le abro. Me sigue molestando. Es que no puedo verle la cara a través de la cerradura. Nos vamos conociendo de a poco; a la par me preocupo por encontrarle una respuesta que quiera tener una cita con él. No se preocupe Sr. Problema, ya le encontraremos una Sra. Respuesta.

miércoles, 28 de abril de 2010

Nada se va. Todo lo que viene, va y viene.

Las cosas no vienen y (se) van.
Lo inverso sí: Todo va y viene.
Todo lo que alguna vez viene, nunca (se) va.
Nunca más.
Todo lo que va, viene. Las cosas van y vienen.
Vienen, cada vez que así lo quiera yo, y así lo quieras vos.
Que vengan (vuelvan) en la realidad concreta o no, solo en la imaginación, no supone que sea más o menos real.


A ver, andá...
Ahora, vení... Porque yo quiero.


(Todo lo que vino, queso, pan) chau

viernes, 9 de abril de 2010

Objetivos del mes, extraídos de nuevas y espontáneas (próximas) epifanías

a) Tengo que leer FRANKENSTEIN. O EL MODERNO PROMETEO.
En lo posible, tirada sobre algo verde,
en lo más posible que sea pasto.
En lo imposible, encerrada en mi habitación,
o en la tuya, o en la de él o en la de ella.
O sin techo, mejor;
pero sin ruido, por favor.

b) Tengo que escuchar más BOB MARLEY,
abrir las orejas y afinar los oídos,
abriendo más los ojos,
y capaz termino aplaudiendo.

Cuando termine (y entonces empiecen nuevos caminos), ahí sí un "Clap, Clap!" y "Brravo, Brravo!" para mí. Y después te cuento al oído.
...
O a gritos-.





PD: encima, buscando sobre Frankenstein, aparezco en una página que se nombra "Libros de luz". Ok, ya entendí. Ahí voy.