Se habían abrazado tan fuerte,
se querían tan enormemente,
que vencer la distancia en la que la gente invierte mucho dinero
a ellos no les costó ni un solo pasaje.
Aquel encuentro fue fusión,
plastilinas sus cuerpos entre sábanas papel.
Tomaron ahora, la más hermosa configuración.
Ella pide a las estrellas; él se pinta de Universos.
Alguna vez se cruzarán; allí se reconocerán.
Saben distinguir muy bien
las arrugas de los años
de los pliegues de un amor.
La piel, su cartograma;
un atlas infinito donde cruzan sus caminos,
variedad en sus encuentros.
Dimensiones habitables,
serán ellos cada estreno.
Los jueves se despiden.
Viajan a lugares destinados al amor.
Madrid
Travesía Cuatro
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