martes, 2 de noviembre de 2010

shhh/eim. escribo como suena.

Hoy por primera vez, decido escribirte.
Por primera vez, con intención. Por primera vez, con in-decisión. Deliberada decisión.
Y me siento bastante chiquita
y me siento lo suficientemente desnuda
como para intentar vestirme con un velo de vergüenza
y salir a tu superficie, la más profunda.

Te descubro como a un extraño, sos lo extraño por conocer;
vos, cubierto por una brisa que temo desmantelar
rebalsado de palabras que intento comprender
y que, respiro al decir, casi nunca me sale.
Y yo, repleta de musas que me intentas descubrir;
hoy fue noticia: ya lo comprendiste bastante bien, tanto como para emularlas a la perfección y obligarme a sacar lápiz y papel aunque el colectivo no pare.

Nos conocimos a una distancia
· de cinco horas por pavimento
· de tres megas por internet
· de una letra por cada tipeo
pero con una sincronicidad que, ahora que tengo regla, la mido con precisión, y encuentro que (me) sorprende.

Todavía tenés sueño
y estudiás mis estrellas para ser astronauta.
Yo vivo en el Sol, te cuento,
y además soy onírica, te recuerdo.
Tal vez desde esa que será tu Luna, en algún otro tiempo, desde algún no-lugar
me encuentres sentada, contando piedritas y envolviendo pinceles
y te invite a pasear por el país de las uvas rosadas,
donde el que pierde es el que pisa una semilla
y el que pisa una semilla pierde porque tiene novio
y el que tiene novio pierde, y tiene cola de chancho.
y no hay final feliz. y es que no hay final.





Ves? mis silencios hablan mejor que mis palabras.
Tendrías que empezar a acostumbrarte.
Tendría que aprender a escucharte.

5 comentarios:

  1. Tantas cosas, lo mismo la atracción que la influecia. ¿por qué no pensar en galaxias? ¿viste lo que puede pasar si una se intromete, perturbando, la gravedad de la otra? y no hablo de jerarquía, no hablo de salites . . .

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  2. distancia... gravedad... colisión... plop! se forman nuevos planetas.
    tal vez queden en ese universo infinito para nunca ser transitados, y solo existir como nubes sobre nuestras mentes. que no es poco. por el contrario, que simplemente existan sobre nosotros es mucho más, es donde pertenecen. no los incluyamos al sistema solar, a ese que se le llama real. me gusta estar en una nueva galaxia.

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  3. En una barata edición del Hamlet de Shakesperare su prologo, acargo del prologista, notaba que la relectura constituye a los buenos textos, podriamos agregar que este mismo acto constituye a su vez a los lectores de esos textos que recien la segunda vez cobran caracteres de "clasicos". pasemos en limpio: uno lee un texto como lector. Relee el texto y lo constituye como "uno de esos textos que deben relerse", pero este texto reconstituido es la primera vez que uno lo lee, por lo tanto es la primera vez que lo recorre. el prologo no especificaba si la transformación de un texto a un nivel superior era finita, pero podriamos conjetuar que siempre se encuentra un paso delante del lector, que a su vez lo constituye y no hay retorno.

    estoy nuevamente aquí. y no quiero constituir nada ni constituirme como nada nuevo. ¿puedo ser solo curioso?

    Gonzalo.

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  4. la transformación es infinita, y no hay retorno. me gustó tu publicación; me pasás ese texto, el prólogo?
    por otro lado (y por el mismo) tuve que releerte, como solés acostumbrarme. puedo pensar en que el "vos" que conozco es el que yo constituyo, en transformaciones infinitas, de eso estoy segura. no estoy segura si es de curiosa.

    estás nuevamente aquí. y un pedacito tuyo, como siempre, escapa a mi entendimiento. tu pregunta de cierre no me cierra.

    hablamos :)

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  5. Mi pregunta del final esconde algo, esconde Russerl, esconde conflicto, paradoja (o antinomia, si es màs bien una lògica). . . pero lo previo ensonde principio, econde regalo, esconde mi trabajo . . .

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