aunque no muy seguido
me pongo un par de vinoculares,
de esos que llegan a ver el humito de los autos del otro lado del lago
y decido mirar
un poco más lejos.
Esta vez
pienso algo que es casi nuevo
y repito mientras tiro piedritas al agua
que cuando sea grande quiero ser fotógrafa.
Armar escenas
hacerlas foto
pintarlas con los dedos
y salpicarlas de palabras;
unas pocas, generalmente en minúscula.
Todo esto pienso
y todo esto hago.
Aprendí que nunca debo quedarme quieta
y que meterse adentro de uno mismo está bueno.
Para después salir
aunque no muy seguido;
uno no crece todos los días.

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