Ese con forma de estrellita, del delantal de sala de tres.
Ese que prende y apaga la luz. Y a veces ni enciende.
También es aquel que buchonea, así lo llaman.
Ese que en el baño reemplazó la cadena, y ahora se traba.
Ese que viene después del cierre con dientes de metal dorado, no así de oro.
El que entra en un ojal, o prende como abrojo.
Ese que queda justo en el pecho,
ese que aprieta, que no deja respirar.
Que molesta.
Estás al divino botón. Pero estás.

Ese que prende y apaga la luz. Y a veces ni enciende.
También es aquel que buchonea, así lo llaman.
Ese que en el baño reemplazó la cadena, y ahora se traba.
Ese que viene después del cierre con dientes de metal dorado, no así de oro.
El que entra en un ojal, o prende como abrojo.
Ese que queda justo en el pecho,
ese que aprieta, que no deja respirar.
Que molesta.
Estás al divino botón. Pero estás.

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